jueves, 30 de diciembre de 2010

Feliz año 2011


Contadores de visitas


En este nuevo año hay que recordar:


Caer está permitido. ¡Levantarse es obligatorio!





Feliz año 2011

jueves, 16 de diciembre de 2010

Las consecuencias del aumento de la esperanza de vida


Contadores de visitas

Si usted ha tenido hijos a partir del año 2000 y vive en un país desarrollado, es muy probable que éstos lleguen a cumplir los 100 años y tengan más salud que las personas más mayores de las generaciones anteriores, según un reciente artículo de Lancet, una publicación del sector médico.

Las implicaciones son enormes en todas las áreas: para la planificación de la jubilación, los costes de salud, los nuevos modelos de trabajo y las estrategias innovadoras en el área de educación. Según dijo Olivia Mitchell, profesora del área de Seguros y Gestión de riesgo de Wharton: “Será una revolución demográfica incomparable a todo lo que hemos vivido antes”.

Si a esto le añadimos, que si los economistas tienen dificultad para prever cuánto será el PIB del cuarto trimestre, lo mismo les ocurrirá para predecir cómo será el mundo de aquí a algunas generaciones. Es evidente que esta última investigación crea desafíos inéditos para los gobiernos de todo el mundo. “Si las personas supieran que pueden vivir hasta los 100 años, tal vez organizarían su vida de otra manera”, observa James W. Vaupel, coautor del estudio de The Lancet y director-fundador del Instituto Max Planck de Investigación Demográfica de Rostock, en Alemania. “Significa hacer cambios radicales en las políticas públicas”.

Un ritmo de vida diferente

De acuerdo con los investigadores de The Lancet, haber ganado cerca de 30 años en la esperanza de vida en Europa Occidental, EEUU, Canadá, Australia y Nueva Zelanda —y, sobre todo, en Japón, España e Italia— “llama la atención por el hecho de ser una de las mayores hazañas del siglo XX”. Además, la mayor parte de los bebés nacidos a partir del año 2000 en esos países “van a celebrar su cien cumpleaños si el actual crecimiento anual de la esperanza de vida continúa al mismo ritmo en el siglo XXI”. Así lo creen los autores: “El progreso continuo de las longevidad en las poblaciones indica que aún no estamos cerca del límite, y que es probable que haya un nuevo aumento en la esperanza de vida”.

¿Ya que las personas, en la próxima década, tendrán que seguir activas hasta los 70 o 80 años, qué tipo de ambiente podrán esperar? “La buena noticia es que el mundo laboral está cambiando por sí mismo” de forma que será más receptivo a los empleados más longevos o ancianos, dice Peter Cappelli, director del Centro de Recursos Humanos de Wharton [Center for Human Resources]. “Ya es más fácil trabajar a distancia, online [...] Las exigencias físicas de muchas actividades están disminuyendo, las obligaciones son de más corto plazo, las subcontrataciones de todo tipo son cada vez más frecuentes y hay un volumen mayor de trabajo que se ejecuta por contrato. Todo eso simplifica la entrada y salida de las personas del lugar de trabajo, por lo menos en principio [...] Resta saber en qué medida los responsables de compañías serán receptivos con los trabajadores más viejos y adoptarán horarios de trabajo más flexibles, supervisarán menos y delegarán más”.

Una posible dificultad dice es que los trabajadores más mayores, a medida que permanecen más tiempo en el trabajo, acaban siendo supervisados por gerentes más jóvenes, dice Cappelli. Además de cultivar “una cierta discriminación tácita contra los trabajadores más mayores, los jóvenes también se preocupan de la manera en que deben gestionar a quién tiene más experiencia que ellos. Se trata de un desafío que mucha gente no sabe cómo afrontar de forma intuitiva”. Vaupel coincide con este punto de vista, añadiendo que, a medida que las personas trabajan más años en su vida, pero menos horas por semana, el lugar de trabajo tendrá que volverse más agradable y más receptivo para los trabajadores más mayores. Eso se podrá lograr, por ejemplo, adecuando su deseo de trabajar fuera, o próximo, de casa, o eliminando posibles actitudes hostiles entre los trabajadores más jóvenes con los más viejos. Diversos estudios demostraron que “en algunos lugares, los más jóvenes intentan forzar la salida de los más viejos. Eso tiene que cambiar”, dice Vaupel.

Los autores del artículo de The Lancet —titulado “El envejecimiento de la población: Los desafíos a los que hay que enfrentarse”, bajo la dirección de Kaare Christensen, profesora del Centro Danés de Investigaciones sobre el Envejecimiento de la Universidad del Sur de Dinamarca— sugieren otro posible cambio en el ambiente de trabajo y en el estilo de las personas. “La introducción de mejoras relacionadas con la salud y en el funcionamiento del lugar de trabajo, así como el cambio de un trabajo que exige esfuerzo a otro que exige conocimiento, significa que un porcentaje creciente de personas en la franja de los 60 y de los 70 años es capaz de contribuir a la economía. Como muchas de esas personas prefieren trabajar a tiempo parcial, todo indica que actividades que requieren 15, 20 o 25 horas de trabajo deberán aumentar”.

Si las personas más mayores optan, cada vez más, por trabajar a tiempo parcial, surgirá un número mayor de oportunidades para el trabajo a tiempo parcial también para los jóvenes. El siglo XX, dice el artículo, fue “el siglo de la redistribución de la renta. El siglo XXI podrá ser el siglo de la redistribución del trabajo”, en que el empleo se repartirá “de forma más ecuánime entre las diversas capas de la población y a lo largo de las edades de la vida. Las personas podrían combinar trabajo, educación, ocio y la crianza de los hijos en diferentes proporciones en diferentes edades”.

Gabrielle Doblhammer-Reiter, directora ejecutiva del Centro de Estudios de Cambios Demográficos de Rostock, en Alemania, y coautora del artículo junto con Christensen, Vaupel y Ronald Rau, encara esa posible redistribución del trabajo como un resultado positivo. “¿Si las personas más viejas trabajan a tiempo parcial, por qué no los jóvenes?”, se pregunta. “Si eso ocurre, será bueno, porque actualmente buena parte de la jornada laboral coincide con aquellos momentos en que tenemos tantas otras responsabilidades como, por ejemplo, cuidar de la familia”. Para Nancy Rothbard, profesora de Gestión de Wharton, las empresas ya permiten que sus trabajadores reorganicen los diferentes aspectos de su trabajo en horarios más convenientes, tal vez concentrándose en tareas o especialidades que ya no exijan el mismo conocimiento que era necesario antes. Otra posibilidad es volver a la universidad para reciclarse. Es extremadamente importante mantenerse al día en las habilidades tecnológicas exigidas en el trabajo o en la profesión escogida. Los trabajadores más mayores, dice ella, “tienen una rica experiencia y un vasto conocimiento que impresiona y puede ser de gran utilidad. Todo eso debe ser equilibrado con la necesidad de mantenerse actualizado”.

Las previsiones sobre el futuro del lugar de trabajo dependen de cada país. “EEUU difiere de Japón y de Europa porque los americanos tienen una fuerza de trabajo bastante joven. Esto se debe, en parte, a las tasas elevadas de natalidad y al gran número de inmigrantes”, dice Vaupel. “Pero tanto en Europa como en Japón habrá una escasez real de trabajadores en las próximas décadas. Esto significa que las empresas intentarán mantener a las personas más mayores en su fuerza de trabajo e incentivarán a los jubilados a que vuelvan. Los gerentes ya comienzan a pensar en una manera de garantizar una nueva reeducación para los trabajadores de más edad”, de la misma forma en que los jóvenes reciben entrenamiento en el trabajo para ayudarlos a perfeccionar las habilidades ya existentes y a adquirir nuevas.

Mitchell va más lejos. “El verdadero desafío de llegar a los 100 años consiste en introducir, de manera sistemática, clases de finanzas en los programas de la escuela primaria y del bachillerato”, dice ella. “Es preciso que las personas razonen de manera diferente en relación a invertir en sí mismas, en su capital humano. Las personas tendrán que adquirir pronto un conjunto de habilidades que no sólo les permita conseguir el primer empleo o que las prepare para la profesión que deberán ejercer en los próximos 20 años, sino que también las ayude a encontrar diferentes carreras de 20 años de duración cada una a lo largo de la vida”. Eso va a exigir un enfoque muy diferente en la educación, añade Mitchell, de tal modo que “las personas vuelvan periódicamente a la escuela para aprender como seguir aprendiendo, en vez de que trabajen con un conocimiento congelado” en un punto determinado de sus vidas.

La mayor preocupación en relación a las nuevas proyecciones sobre la mortalidad es “la dificultad que tiene el trabajador medio en comprender lo mínimo de economía, y mucho más acerca de los riesgos propios de la longevidad. La esperanza de vida ahora es de cerca de 80 años, sin embargo, menos del 20% de la población americana en la franja de los 50 años siquiera intentó elaborar un plan de jubilación. Si sumáramos 20 años más a esos 80, veremos que las personas necesitan aprender mucho sobre ahorrar e invertir para la jubilación”.

Elevar o eliminar la edad de jubilación

Si las personas llegaran a los 100 años, ¿de qué forma afectará al sistema de jubilación y al seguro de salud hoy existente y cuyo objetivo es ayudar a las personas en las últimas décadas de sus vidas?

Actualmente, diferentes países tienen diferentes políticas de jubilación. En EEUU, no hay jubilación obligatoria, con excepción de ciertas categorías profesionales, como los pilotos de aerolíneas comerciales, algunos jueces y determinados sectores de la alta dirección. En realidad, en la mayor parte de los trabajos, es ilegal obligar a las personas a jubilarse. Sin embargo, diversas señales funcionan “de hecho” como inductores de la jubilación, dice Mitchell. Por el sistema de seguridad social americano, por ejemplo, la edad “normal” para que alguien se jubile está estipulada en 65 años (pudiendo llegar a 67). El uso oficial del término “normal” tiene como objetivo indicar la edad en que alguien comenzaba a recibir beneficios no reducidos, pero con el tiempo se convirtió en una edad de referencia automáticamente asociada al fin de los años de trabajo. Otro ejemplo de eso es el hecho de que el sistema permite actualmente que el individuo reclame la concesión de beneficios ya a los 62 años (aunque los pagos sean reducidos). “Mi preocupación es que la concesión de los beneficios de la Seguridad Social a los 62 años acabe estipulando esa edad como un objetivo que hay que cumplir. El hecho es que el americano, en general, solicita esos beneficios a los 62 años, aunque muchos se verían más beneficiados si los pidieran con más edad”.

Los próximos años, Mitchell dice que “la edad para la jubilación tendrá que subir considerablemente, hasta los 70 años o más, para financiar la generación del baby boom, a medida que ésta vaya envejeciendo”. Cuando la Seguridad Social entró en vigor, en los años 30, dice ella, “la expectativa de vida era bastante menor. En realidad, nuestro concepto de edad ‘normal’ para jubilarse se basa en el sistema alemán, que fijó la edad de 65 años para la jubilación, ya que la mitad de la población de la época jamás alcanzaba esa edad. Se trataba, por lo tanto, de un sistema de seguro social que funcionaba, pues cubría sólo aquellos que sobrepasaban el límite de esperanza de vida de entonces”. Con el tiempo, dice Mitchell, “en EEUU dejaron de pensar en la Seguridad Social como un sistema de seguro para la longevidad y empezaron a utilizarlo como un programa de transferencia, que remunera las personas para que no trabajen durante 30 o 40 años. Con el aumento de la esperanza de vida y la disminución del número de jóvenes que paga impuestos, se vuelve cada vez más caro sostener ese programa.

Si quisiéramos financiar periodos de vida más largos, tendremos que actuar de forma más inteligente, trabajar más tiempo, ahorrar más para la jubilación y reestructurar la Seguridad Social, tal y como era la intención del programa de seguro de longevidad”. La jubilación, añade Mitchell, “no será algo tan atractivo para las futuras generaciones como lo fue para la generación de nuestros padres”.

De acuerdo con Kent Smetters, profesor del sector de Seguros y Gestión de riesgo de Wharton, los depositarios de la Seguridad Social y de Medicare ya incorporaron el aumento de la longevidad en el plan de pagos a los ciudadanos de más edad. “La cuestión es saber si esa incorporación se está haciendo al suficiente nivel del aumento”. La longevidad es una variable importante, dice él, porque por la ley actual, “la edad para la jubilación no está vinculada automáticamente a los aumentos de la longevidad”. Esto significa que una fracción cada vez mayor de la población va a jubilarse si siguen viviendo más sin tener un aumento en la edad de jubilación. “A fin de cuentas, la edad normal para jubilarse tendrá que ser más proporcional a la mayor extensión de la vida, tal vez 70 o 75 años de aquí a algunas décadas. Esa franja de edad puede parecernos ridícula hoy en día, pero dejará de serlo de aquí a 20 o 30 años. Quién quiera jubilarse a los 62 años, podrá hacerlo, sin embargo los beneficios concedidos serán muy reducidos, ya que la edad normal para jubilarse será de 70 o 75 años”.

Para Smetters, el aumento de la esperanza de vida de las personas es “un desarrollo positivo, con tal de que nosotros, como nación, sepamos lidiar con la presión creciente sobre los programas de beneficios. Pero el debate persiste. La Comisión de Seguridad Social de 2001 se encontró con la oposición pública de los líderes laborales y de algunos empleadores en lo que concierne a la elevación de la edad para la jubilación. Pero en declaraciones privadas, la mayoría concuerda que tal medida tal vez se vuelva necesaria. Sólo hay que hacer las cuentas”.

En cuanto a Medicare, “mientras las personas vivan más, tanto más gravado estará Medicare”, dice Smetters añadiendo, sin embargo, que Medicare es más no-lineal que la Seguridad Social, que es un beneficio en dinero que sigue remunerando. En Medicare, la mayor parte de los costes de salud del individuo se concentra en los últimos dos o tres años de vida. Por lo tanto, “al empujar esa parte específica de los gastos al futuro, se ahorra en valor presente”. Sin embargo, otra parte del dinero también se gasta antes de los años finales de vida: por lo tanto, al aumentar ese número de años, se aumentan los gastos. “El efecto neto de eso será el aumento de los costes de Medicare, lo que es un problema enorme, ya que las deficiencias del sistema ya son muy elevadas y el programa no tiene la financiación que debería tener. La crisis de Medicare explotará mucho antes que la crisis de la Seguridad social”.

Mark V. Pauly, profesor de Gestión sanitaria de Wharton, también cree que los años de más aumentados a la esperanza de vida son, por norma, de mejor calidad, “tanto que el valor actual descontado del individuo en el gasto de Medicare no sube mucho cuando sumamos la esperanza de vida, ya que buena parte del aumento sobre los costes de salud ocurre en los últimos años de vida. Todos pasan por esos últimos años, los cuales, es evidente, sólo ocurren en el futuro”. No se trata de un escenario garantizado, añade, porque los gastos por el mantenimiento de la salud, en los cuáles las personas incurren a medida que envejecen, pueden imponer presiones adicionales al sistema que son difíciles de anticipar hoy en día.

“Medicare”, dice Pauly, “está en una situación tan desesperada que cualquier problema que surja de la mayor longevidad se vuelven mínimos”. El sistema no está mejorando, dice él en referencia a las propuestas de reforma de la salud del Congreso y del Gobierno Obama, las cuales, según Pauly, están tomando dinero que debería ser usado en Medicare. “Existen medios de atenuar el colapso de Medicare, sin embargo han sido secuestrados por la reforma del sistema de salud”, dice citando una propuesta específica de retirar dinero de los planes privados de Medicare para financiar el seguro de salud de personas con menos de 65 años. “Todos tenemos ideas de lo que hay que hacer para salvar Medicare, sin embargo nuestro arsenal relativamente modesto de herramientas está siendo usado para costear la reforma del sistema sanitario”.

El escenario de la jubilación es diferente en Europa, “donde las edades para la jubilación son más rígidas”, observa Doblhammer-Reiter. “La edad es de 65 años y, en muchos países, aumentará los próximos años hasta 67. El hecho es que las personas se jubilan actualmente poco después de los 60 años. Nadie trabaja hasta los 65”, señala, en parte porque los trabajadores más mayores son más caros y menos flexibles. Esto significa que en épocas de desempleo elevado, son despedidos con más frecuencia que otros grupos de edad. En Europa, añade, “los países con esperanzas de vida más elevadas adoptan una franja de edad más precoz para la jubilación. Italia es un ejemplo de eso. Se trata de una situación insostenible. El sistema de pensiones no se puede financiar si no se cambia. No hay otra salida que recortar la concesión de las pensiones o hacer que las personas se jubilen más tarde”.

¿Cuál debería ser la edad de jubilación de las generaciones que podrán vivir hasta los 100 años? “Depende de la ocupación”, observa Doblhammer-Reiter, “lo que significa que tal vez necesitemos edades flexibles para la jubilación. Yo soy profesora. En Italia, los profesores trabajan hasta los 75 años. En Alemania, la edad obligatoria para jubilarse es de 65 años, aunque para mis compañeros sea de 67 [...] Pero estoy segura de que podría continuar trabajando hasta los 70 o 75 años”. Varios países europeos analizan actualmente el fin de la jubilación basada en la edad, resalta Vaupel. “El año pasado, Dinamarca tomó esa medida [...] Existe un movimiento en el sentido de hacer las pensiones más justas: si usted trabaja más años, debe recibir una pensión mayor. Las personas podrán decidir cuándo desean jubilarse. Creo que muchas van a preferir trabajar más tiempo”.

¿Un número mayor de personas en busca de menos empleos?

Aunque el estudio de The Lancet no haya analizado el mundo en desarrollo —en parte debido a la dificultad de obtener informaciones consistentes sobre salud y envejecimiento— esos países también han experimentado un aumento en la esperanza de vida. China e India tienen poblaciones relativamente jóvenes, señal de que están dispuestos a comprar los activos de jubilación de inversores más viejos de los países desarrollados en el transcurso de las próximas décadas.

Si las personas están viviendo más y disfrutan de más salud, y si prefieren trabajar por más tiempo, ¿habrá empleo suficiente para mantenerlas empleadas? “Nadie sabe”, dice Mitchell. “Lo que podemos hacer es analizar varios países con nivel de envejecimiento más rápido que el de EEUU, como Japón y Singapur. Sabemos que hay mucha presión sobre los empleadores para que introduzcan acuerdos de trabajo más flexibles, de modo que las personas puedan compartir el empleo que tienen. En Japón, la jubilación es obligatoria —generalmente a los 60 o 65 años—, sin embargo el individuo puede trabajar hasta el viernes, jubilarse, y volver el lunes a la misma empresa en una nueva posición ganando mitad de lo que ganaba antes. Por lo tanto, el salario que recibía y sus responsabilidades en el trabajo son renegociadas, lo que confiere al trabajador un papel muy diferente en la empresa. Él puede actuar como mentor o consultor, lo que le permite usar el conocimiento y la sabiduría que los trabajadores más mayores pueden ofrecer. Pero permite también a la nueva generación encontrar empleo y aprender a trabajar”.

De acuerdo con Andy Abel, profesor de Finanzas de Wharton, tres datos básicos determinan el número de personas en edad de trabajo: “En primer lugar, el número de nacimientos registrados en los últimos 20 años, que indica cuántos individuos de 20 años hay en la fuerza de trabajo; en segundo lugar, inmigración, tanto legal como ilegal, entre los grupos de todas las franjas de edad; y, en tercer lugar, las tasas de mortalidad”.

Puesto que el estudio de The Lancet muestra una reducción significativa en la tasa de mortalidad de las personas más viejas, ¿esto significa que un número mayor de personas va a trabajar más y buscar menos empleos disponibles? “No necesariamente”, dice Abel. “Ahí entra la macroeconomía: hay más personas por ahí exigiendo mayor atención a la salud, más centros recreativos y otros tipos de bienes y servicios. Por lo tanto, uno no se debe imaginar que haya un número fijo de empleos. La demanda generalizada de bienes va a aumentar, lo que ayudará a crear una demanda de empleos. El impacto sobre el salario dependerá de lo que subirá más: la oferta o la demanda de mano de obra”.

Smetters observa dos efectos en lo referente al crecimiento del empleo. “A medida que las personas viven más y se mantienen productivas, ellas simplemente extenderán los años de trabajo. Si un día nuestra expectativa de vida es de 150 años, está claro que nadie va a jubilarse a los 65 años. En segundo lugar, es verdad que si hubiera mucha gente compitiendo por los mismos empleos, los empleos se crearán simplemente porque hay una fuerza de trabajo experta y probablemente barata”. Si toda esa gente estuviera buscando empleo, eso puede también significar que los salarios serán más bajos: “No todos, sin embargo, estarán trabajando por dinero”, observa, añadiendo que personas más mayores volverán nuevamente a la fuerza de trabajo en busca de una vida social y para mantenerse activas”.

Mientras tanto, en Europa, a diferencia de EEUU, habrá un declive en la fuerza de trabajo. “En otras palabras, habrá empleos disponibles”, observa Doblhammer-Reiter. “Será preciso encontrar recursos. Las personas más mayores son un recurso disponible; otro recurso son las mujeres. En muchos países de Europa, las mujeres no trabajan cuando tienen familia. Un tercer recurso son los inmigrantes. Pero en vista de la discusión política en los países europeos, creo que será menos controvertida” la entrada en el mercado de trabajadores más viejos y mujeres que de inmigrantes. Vaupel cita otras diferencias entre EEUU y otros países. La tasa de natalidad en EEUU fue mucho más alta en las décadas anteriores que la tasa registrada en Japón y en Europa, dice él. Además de eso, el país tuvo un flujo mucho mayor de inmigrantes sumado a la poca “emigración”. Las personas que llegan a EEUU suelen hacerlo cuando aún están en edad de trabajo, lo que aumenta la oferta de mano de obra disponible. Otro detalle es que esos trabajadores, por norma, tienen buena preparación escolar.



Un nuevo enfoque holístico de la salud

Los investigadores de The Lancet analizaron también diversos estudios enfocados en las tendencias de salud entre las poblaciones más mayores. Del lado positivo, por ejemplo, “ha habido un rápido adelanto en la reducción de infartos y otras enfermedades cardiovasculares. Ha habido algún adelanto en el combate del cáncer, aunque lento, y hay indicaciones de que estamos comenzando a entender mejor el mal de Alzheimer”, dice. Doblhammer-Reiter cita también los avances en la tecnología médica y los cambios de estilo de vida —las personas son más activas y contrarias al tabaquismo— como señales positivas.

Lo que no está mejorando es la perspectiva de la obesidad y de la diabetes. “Son cosas que parecen estar empeorando en vez de mejorar con el tiempo, dice Doblhammer-Reiter. Los investigadores observan en el artículo que “la obesidad es un factor de riesgo ampliamente discutido que amenaza el adelanto de la salud y que viene aumentando en casi todas las poblaciones [...] La obesidad está relacionada con diversos problemas graves de salud, como el mayor riesgo de diabetes, artritis y derrame”. Mientras tanto, el número de casos de diabetes se duplicará en el mundo debido al envejecimiento de la población. La mayor parte de los casos tendrá lugar entre personas con 65 años o más.

El estudio también analiza los datos disponibles sobre discapacidades, movilidad, problemas de audición y otras enfermedades relacionadas con la edad, sin embargo destaca que “poco se sabe de las tendencias de la función cognitiva y demencia”, una área que Vaupel, entre otros, cree que se beneficiaría mucho de otras investigaciones. “Hay fuertes indicios de que estamos viviendo más tiempo y de forma más saludable en lo que se refiere a la función física, sin embargo los indicios son más controvertidos en lo referente a la función cognitiva”, explica. Son necesarios otros estudios para que se pueda descubrir “lo que las personas pueden hacer para mantener sus funciones cognitivas saludables a medida que envejecen”. Vaupel advierte también sobre la necesidad de más medicamentos geriátricos. “El sistema actual está organizado en torno a especialistas —cáncer, corazón, cerebro etc. —, sin embargo las personas de más edad, incluso aquellas relativamente saludables, padecen, en general, problemas diferentes. En el plan de las políticas públicas, es preciso que haya una mejor coordinación para garantizar que los médicos no estén recetando medicamentos que interfieran entre ellos. Tenemos que comenzar a tratar a las personas de forma holística.

Según Mitchell, “a los economistas les gusta decir que la salud es un componente de nuestro capital humano, que es la fuente de nuestra fuerza y versatilidad en relación al futuro”. No se trata “sólo de sentirse bien en la juventud o en la edad adulta, y sí de invertir en buena salud a lo largo de toda la vida, de modo que la persona se sienta bien también a los 100 años”. Mitchell y otros concluyeron recientemente un “Estudio sobre salud y jubilación” en que analizaron, en parte, las actitudes de personas con 50 años o más actualmente, en comparación con personas de 50 años o más hace 12 años. “Constatamos un gran cambio entre los dos grupos: los actuales baby boomers esperan una carrera más compleja en la segunda mitad de la vida. Muchos de ellos creen que continuarán trabajando de algún modo, tal vez no en el mismo empleo, posiblemente como consultores o abrirán un negocio propio —eso fue antes de la crisis financiera—, o utilizarán más tiempo para involucrarse en proyectos voluntarios. Hay que esperar que esa tendencia persista a medida que las personas vayan jubilándose cada vez más tarde”.

miércoles, 15 de diciembre de 2010

AUTOMOTRIZ ALEMANA DESCUBRE LA FORMA DE ENFRENTAR UN PROBLEMA GENERALIZADO


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AUTOMOTRIZ ALEMANA DESCUBRE LA FORMA DE ENFRENTAR UN PROBLEMA GENERALIZADO




BMW y el envejecimiento de su personal

LA POBLACIÓN DE LOS PAÍSES DESARROLLADOS ESTÁ ENVEJECIENDO Y LOS TRABAJADORES DE LAS GRANDES EMPRESAS NO ESTÁN AJENOS A ESTE PROCESO. BMW DESCUBRIÓ QUE SE PUEDE SUPERAR EL INCONVENIENTE CON MEJORES CONDICIONES LABORALES Y MEJORAS EN LA PRODUCTIVIDAD



Por: Christoph Loch / Fabian Sting

Miércoles 15 de Diciembre del 2010



En junio del 2007, Nikolaus Bauer –director de la planta de BMW en Dingolfing, Baja Baviera, donde 2.500 empleados fabrican trenes transmisores de potencia –estaba preocupado por lo que parecía ser una baja inevitable en la productividad de una fuerza laboral que en los próximos años iba a ser cada vez más vieja. Con dos de sus gerentes de producción, Peter Jürschick y Helmut Mauermann(junto a Bauer, uno de los autores de este artículo), y con una importante participación de los trabajadores, desarrolló una iniciativa innovadora destinada a mejorar la productividad. Hoy ella está siendo probada y refinada por la empresa en plantas de Estados Unidos, Austria y la misma Alemania. La meta es incorporarla en la organización global de manufactura de BMW.



El problema de esta planta de la empresa era que el promedio de edad de sus trabajadores aumentaría de 39 a 47 años hacia el 2017. Dado que los operarios más viejos tienden a ausentarse por enfermedad durante períodos más largos y, en general, deben esforzarse más para mantener su rendimiento, soportar el tremendo impacto del cambio demográfico iba a amenazar la capacidad de la planta de ejecutar la estrategia de BMW destinada a aumentar la competitividad mediante un liderazgo tecnológico innovador y el cumplimiento de ambiciosas mejoras productivas.



BMW no ha sido la única empresa en tener esta preocupación. Los líderes corporativos, los políticos y los economistas del trabajo en la mayoría de los países desarrollados están inquietos por las consecuencias del cambio demográfico en sus mercados laborales, compuestos cada vez más por trabajadores de mayor edad. Por ejemplo, en EE.UU., el porcentaje de personas mayores de 65 años crecerá de 12,5% en el 2000 a 16,6% en el 2020 (en Alemania aumentará de 16,4% a 21,6%, y en Japón, de 17,1% a 26,2%) Esta tendencia resultará costosa: en todo el mundo desarrollado, los recursos para la atención en salud de una persona mayor de 65 años aproximadamente triplican a los de alguien de entre 30 y 50 años.



Los enfoques tradicionales para abordar este problema incluyen el despido de los trabajadores más viejos o la decisión de forzarlos a que se jubilen anticipadamente. Pero estas no son opciones para empresas como BMW, que obtiene el compromiso de su fuerza laboral porque es considerado un empleador digno de confianza, y ciertamente tampoco es una opción para todo un país: las oleadas de jubilaciones anticipadas en las décadas de los 80 y 90 aumentaron la razón trabajadores jubilados/trabajadores activos, haciendo más difícil el financiamiento de las pensiones. Otro enfoque es cambiar a los trabajadores más viejos a tareas menos exigentes en términos físicos, pero también es una alternativa imposible de practicar si no hay suficientes empleados jóvenes que puedan reemplazarlos. Tampoco es una solución de alcance nacional, donde una medida de tal naturaleza podría interpretarse como discriminatoria. Para complicar más el problema de BMW, la empresa era el empleador más grande de Baja Baviera, de modo que una decisión de despedir o reasignar a los trabajadores más viejos tendría consecuencias políticas.



Veamos cómo Bauer y sus colegas resolvieron este dilema.



LA LÍNEA

Para llegar a su solución, Jürschick y Mauermann eligieron una de las líneas de producción de la planta para un proyecto piloto. Los capataces de esta línea, Günther Stadler y Kurt Dickert, asignaron un mix de trabajadores como el que se predice existirá en el 2017; es decir, el promedio de edad en esta línea piloto era de 47 años. Luego, apoyados por altos ejecutivos y expertos técnicos, Stadler y Dickert trabajaron con las personas de la línea para desarrollar una serie de cambios a fin de mejorar la productividad, como gestionar la atención de salud, fortalecer las destrezas de los trabajadores y el entorno laboral, además de instaurar políticas de jornada parcial y cambiar los procesos de gestión. La inversión directa en el proyecto de la línea 2017 fue casi insignificante, aproximadamente 20.000 euros. Pero los 70 cambios implementados por los trabajadores aumentaron la productividad en 7% en un año, logrando que la línea quedara a la par con otras donde en promedio los operarios eran más jóvenes.



Ubicada principalmente en la planta, la línea producía cajas de cambio del eje trasero para autos de tamaño mediano y era operada por 42 empleados. Esta línea relativamente pequeña era una de las más intensivas en trabajo dentro de la fábrica. Había comenzado en el 2003 con un volumen de producción por turno de 440 cajas de cambio, y se esperaba que lo aumentara a 500 en el 2008.



Al comienzo hubo una fuerte resistencia respecto del proyecto de línea 2017, que rápidamente recibió el sobrenombre de “línea de los jubilados”. Los trabajadores más jóvenes que ya eran parte de esa línea sintieron que sufrirían con la llegada de personas menos productivas, mientras que los operarios más viejos de otras partes en la planta temían que se volverían mucho menos productivos si se les alejaba de sus zonas de comodidad para ser asignados a la línea piloto. Para muchos trabajadores, el proyecto parecía otra iniciativa de la alta dirección que los iba a dejar sin más opción que adaptarse. Stadler y Dickert tenían sus propias inquietudes, a saber, que BMW redujera sus tasas de velocidad del trabajo y las metas de desempeño, además de disminuir la capacidad de los sistemas de TI en un esfuerzo por acomodarse a las deficiencias percibidas entre los trabajadores más viejos.



Para evitar la oposición, Jürschick y Mauermann consultaron con el consejo de trabajadores de la planta. Esto resultó no solo una maniobra política inteligente, sino una movida práctica para el éxito del proyecto. Al ser consultado por el equipo a cargo del plan, el consejo hizo referencia a un estudio anterior realizado en BMW sobre la productividad laboral que había identificado un marco base para el cambio en cinco dimensiones: gestión de la salud, destrezas, entorno de trabajo, políticas de jubilación y procesos de cambio. Aunque el marco era teórico, le dio ideas al equipo sobre los temas que tendría que discutir para mejorar la productividad de los trabajadores más viejos. Además, el grupo sintió que podía manejar mejor el problema de la productividad. El estudio había usado un cuestionario estándar, el Work Ability Index (Índice de Capacidad Laboral), que evalúa y asigna puntos al ajuste entre la habilidad del trabajador y las exigencias de tareas específicas. El análisis de 100 pares de trabajo/trabajador en el departamento de producción de puentes traseros reveló que la puntuación de productividad promedio disminuía con la edad, como era de esperarse, pero al mismo tiempo la variación aumentaba: algunos trabajadores permanecían totalmente productivos, mientras otros experimentaban una fuerte disminución. Gracias a estos hallazgos, Jürschick y Mauermann se lanzaron con el proyecto de línea 2017, pues ya estaba demostrado que si bien el envejecimiento es inevitable, la disminución de la productividad no lo es.



Mientras tanto, Stadler y Dickert sostuvieron conversaciones individuales con los trabajadores, explicando que la línea piloto no contemplaba asignaciones indulgentes de tiempo parcial para los que estaban por jubilarse, sino que estaría sujeta a los mismos estándares ambiciosos de productividad y calidad del resto. También apelaron al orgullo de los trabajadores: “Miren, necesitamos su experiencia y destreza para llevar esto a cabo, porque es realmente importante para el futuro de esta planta. ¡Nuestros trabajos están en juego!”.



Finalmente, el equipo a cargo del proyecto persuadió a 20 trabajadores de la línea para que se quedaran en ella. Y lograron sumar a otros 22, asignándolos a la línea con la promesa de que podrían volver a sus antiguos puestos después de un año. En octubre del 2007, los dos turnos de la línea contaban con personal compuesto por un mix de trabajadores que reflejaba la composición demográfica de la planta proyectada para el 2017.



LOS RESULTADOS

Como ya dijimos, la inversión de capital para el proyecto de la línea 2017 fue de aproximadamente 20.000 euros. Los salarios correspondientes a la asistencia a los talleres de la línea costaron casi 20.000 euros, lo que elevó los gastos totales a cerca de 40.000 euros.



¿Qué obtuvo BMW a cambio? Al cabo de un año, la línea 2017 logró una mejoría de 7% en su productividad, igualando a líneas con un personal más joven. La meta de rendimiento aumentó a 500 unidades por turno a mediados del 2008, y a 530 unidades por turno en febrero del 2009, a la par con las ambiciosas metas de la planta. Después del aumento en la productividad, cuatro trabajadores fueron reasignados a otras líneas, pero ninguno, incluyendo a quienes eran escépticos en un principio, quería irse. La iniciativa continuó con otros proyectos en Leipzig (Alemania) y Steyr (Austria), en la sección del armado final de autos al otro lado de Dingolfing y en la planta de Estados Unidos. A medida que BMW ha extendido su enfoque, se ha asegurado de abordar las condiciones específicas de los lugares de trabajo involucrados, mientras transfiere el enfoque “dirigido por el trabajador” para identificar y aplicar los cambios.

Profesionales infelices


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Profesionales infelices


Por: Gustavo Yamada Economista*

Miércoles 15 de Diciembre del 2010



Resulta absolutamente paradójico que, en medio del auge económico peruano y la expansión del empleo, los ingresos laborales para el promedio de la fuerza laboral se estén reduciendo en los últimos meses (2% en términos nominales y 4% en niveles reales). Las cosas se hacen más claras cuando miramos el nivel educativo de los trabajadores. Los individuos con educación primaria y secundaria sí están obteniendo aumentos remunerativos del orden del 5% real en términos anuales. Son los profesionales técnicos y universitarios los que están sufriendo recortes en sus ingresos reales (4% y 12%, respectivamente).



La teoría económica ofrece dos herramientas para explicar este deterioro de las remuneraciones profesionales. La ley de oferta y demanda predice que el salario se reduce cuando la demanda disminuye o cuando la oferta aumenta. En un período de crecimiento económico como el actual, las empresas demandan más trabajadores. Es más, en esta era del conocimiento, la demanda por profesionales aumenta relativamente más, por lo que debería esperarse más bien un aumento en sus remuneraciones. El incremento de la oferta de profesionales sería más consistente con la realidad actual. Ha crecido enormemente la matrícula y el número de instituciones de educación superior. Ello se traduce hoy en una gran oferta de profesionales y técnicos que tiende a reducir sus sueldos.



El otro principio económico para explicar el fenómeno de profesionales infelices es que las empresas pagan a sus trabajadores el valor de su productividad marginal, es decir, aquello que le agregan de valor a la empresa y a la economía del país. Si dicho valor cae porque los profesionales no han sido formados con la calidad y pertinencia adecuada, entonces sus remuneraciones reales se reducen automáticamente.



Detrás de esta constatación se encuentra el creciente divorcio de muchas universidades e institutos con las necesidades de las empresas y la histórica ausencia de mecanismos de regulación y acreditación de la calidad y pertinencia de la oferta educativa en el país.



Es hora de acelerar la implementación de estos estándares para evitar una nueva generación de profesionales frustrados y para impedir que su deficiente calidad se convierta en la restricción más importante para el desarrollo económico del país.



(*) Profesor de la Universidad del Pacífico

Nota:

Al parecer algunos asesores de las multinacionales no entienden los factores culturales y ponen en riesgo el modelo economico que no es inclusivo y que trata que intelectuales justifiquen la inequidad salarial que existe, el precio de mineral o de una conserva peruana no esta basado en que si el profesional fue formado en el Universidad del Pacifico o de una Universidad de menores recursos se olvida el autor del articulo

viernes, 10 de diciembre de 2010

Wikileaks acusa, Pfizer se defiende


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 Wikileaks acusa, Pfizer se defiende




Sede de la farmacéutica en Nueva York.
Epa

Wikileaks denuncia las presiones de la farmacéutica para evitar el banquillo

La compañía afirma que todo lo publicado es 'absolutamente falso'

Isabel F. Lantigua
Madrid

Actualizado viernes 10/12/2010 14:36 horasDisminuye el tamaño del textoAumenta el tamaño del textoComentarios 33 Detectives privados, ex presidentes conspirando, despidos considerados improcedentes, investigaciones médicas 'en la sombra', una grave epidemia de meningitis y 11 niños muertos. Son los ingredientes del escándalo farmacéutico en el que está envuelta la compañía Pfizer y que Wikileaks se ha encargado de sacar otra vez a la luz, 15 años después de que sucediera. El caso, que tuvo lugar en Nigeria, inspiró el argumento de 'El Jardinero Fiel', la novela de John Le Carré, pero los nuevos datos revelados superan, una vez más, la ficción.



La historia se remonta a 1996. Nigeria sufre una gravísima epidemia de meningitis que se extiende rápidamente y levanta todas las alarmas. En medio de este panorama, Pfizer plantea realizar en Kano, el estado más extenso del país y el más afectado, un ensayo clínico con un nuevo fármaco para tratar la enfermedad, el antibiótico Trovan. Once niños fallecieron durante la investigación y otros sufrieron secuelas. El medicamento llegó a aprobarse y se comercializó en Europa, pero a los tres meses se retiró del mercado porque dañaba al hígado. En EEUU, la FDA (la agencia del medicamento) tiene estrictamente limitado su uso.

Un año después del experimento, uno de los trabajadores de Pfizer, Juan Walterspiel, denunció a la dirección de la farmacéutica que se habían violado las normas éticas en este ensayo. Walterspiel fue despedido al poco tiempo, aunque sus jefes siempre aludieron otros motivos.

Tras el acuerdo, la farmacéutica pagó 75 millones de dólares en concepto de indemnizacionesTras esta denuncia y por las presiones de la población nigeriana, el Gobierno decidió demandar a la compañía. La acusaban de conspiración criminal y homicidio de víctimas inocentes, señalaban que había actuado en contra de la Ley y de la Convención de Derechos de los Niños, que no había informado de su trabajo a las autoridades competentes ni a los padres de los pequeños y reclamaba el pago de 2.000 millones de euros en indemnizaciones. Finalmente, en 2009, Pfizer llegó a un acuerdo extrajudicial, por el cual se comprometía a pagar 75 millones de dólares (unos 57 millones de euros) a las familias y, de esta manera, evitó sentarse en el banquillo.

Y es justamente aquí donde entra Wikileaks. Según los documentos que maneja, de la Embajada de Estados Unidos en Abuja, no se trató de un mutuo acuerdo, sino que Pfizer presionó al fiscal general encargado del caso, Michael Aondoakka, y utilizó todo tipo de trucos sucios para no ir a juicio. Contrató a detectives privados para rastrear el pasado del fiscal, descubrir que estuvo involucrado en casos de corrupción y filtrarlo a los medios para que éste abandonara el caso, tal y como publica el diario 'The Guardian'.

Además, las filtraciones citan que los abogados de la compañía se reunieron con el expresidente del país, Yakubu Gowon, para que intercediera a favor de la farmacéutica, entre otras triquiñuelas.

¿Verdades a medias?

Una trama digna del mejor 'thriller' pero que, según afirma a ELMUNDO.es el director de comunicación de Pfizer en España, Francisco José García Pascual, es "absolutamente falsa". Ésta es su versión de los hechos. "Es cierto que llegamos a un acuerdo en 2009 para no ir a juicio. Pero esto no quiere decir que asumamos los cargos de los que nos acusaban ni que reconozcamos algún tipo de culpa. Simplemente decidimos que cerrar el caso de esta forma era mejor que seguir prolongando una historia que daña nuestra imagen. Este acuerdo, que se negoció de buena fe con el gobierno nigeriano y buscando la mejor solución para todos, estaba sujeto a una clausula de confidencialidad".

La compañía defiende los resultados del ensayo y afirma que el gobierno sabía qué estaban haciendoRespecto al hecho de iniciar un ensayo en un país pobre que estaba inmerso en una crisis sanitaria, García Pascual indica que "fuimos adonde estaba el problema. No podíamos plantear la investigación en Londres o en Madrid, sencillamente porque en esos lugares no había brotes de la enfermedad. Había que probar el fármaco en el terreno, pero era un producto en su última fase de desarrollo, que ya se había usado en 5.000 pacientes en Europa y EEUU. No llegamos a Kano a por 'ratas de laboratorio'", insiste.

En cuanto a las acusaciones que indican que actuaron de manera ilegal y se saltaron todos los requisitos, el portavoz de la compañía dice que "pedimos todas las autorizaciones pertinentes, pero al estar el país en estado de alarma, todo el proceso se aceleró y fue más rápido de lo normal. En cuanto a la información de los padres, unas enfermeras locales les explicaron el propósito del estudio. Es cierto que no firmaron ningún papel, porque eran analfabetos y no hubieran entendido nada, pero les explicamos el proceso".

La compañía sigue defendiendo que los resultados del ensayo con el antibiótico Trovan fueron positivos -"tuvo la misma tasa de supervivencia que ceftriaxona, el fármaco que se usaba como tratamiento estándar y sirvió de comparación"-. "Los 200 niños que participaron en la investigación ya tenían meningitis antes y las alteraciones que les provocaron la muerte se debieron a la propia enfermedad", asegura García Pascual.

Y, ¿tras estas revelaciones, qué? "Aún no sabemos si tomaremos alguna medida. Para nosotros, la transparencia es lo más importante y queremos aclarar todas las dudas", concluye el portavoz.

Notas.-  Lamentablemente las empresas transnacionales se aprovechan de los gobiernos corruptos del tercer mundo para hacer experimentos o simplemente apoderarse de sus riquezas.

martes, 7 de diciembre de 2010

El tren chino


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El tren chino


Por: Richard Webb

Publicado: El Comercio,  Lunes 6 de Diciembre del 2010

Si la locomotora del futuro es China, ¿qué estamos haciendo para subirnos al tren? Sin esfuerzo nuestro, China ya juega un papel decisivo para la economía peruana gracias a los precios excepcionalmente altos que están gozando las exportaciones principales del Perú y que se deben directamente a la voraz demanda de materias primas de las fábricas chinas. Las locomotoras de ayer –Estados Unidos, Europa y Japón– yacen descompuestas y semiparalizadas. Podemos felicitarnos por el Tratado de Libre Comercio firmado entre Perú y China en abril de este año, pero el 95% de nuestras exportaciones a ese país siguen siendo productos primarios, como el cobre y la harina de pescado. Y la inversión directa recibida de China es reducida, muy por debajo de las inversiones de empresas de Estados Unidos, Chile y España, a pesar de que el presidente chino, Hu, declaró hace seis años su intención de invertir 100 mil millones de dólares en América Latina, en vez de seguir ahorrando en dólares que se devalúan cada día.

Como un paso para realizar esa extraordinaria oportunidad económica para el Perú, la Universidad San Martín de Porres y el China Law Society organizaron una conferencia internacional para divulgar las normas que rigen las relaciones económicas entre América Latina y China. Quedó claro que es necesario conocer no solo la letra de la ley sino también las prácticas, el teje y maneje de cómo las normas son interpretadas y aplicadas. Lo que dice la ley es fácil de averiguar; la práctica es otra cosa. Si los mismos peruanos nos rascamos la cabeza tratando de prever las interpretaciones que harán funcionarios, reguladores, jueces y policías, ¿cuánto más difícil lo será para un empresario chino? Incluso, es necesario prever la opinión de periodistas y de pobladores que de alguna manera serán afectados por la inversión, o sea, todo el Babel de opinión interpretativa con que se analiza la ley en nuestra hiperdemocracia.

La inversión china más grande, por ejemplo, estaría en la mina Toromocho en Junín, pero el proyecto lleva años de paralización por oposición de la población local. Concretar la oportunidad que nos presenta China requerirá mucho acercamiento y conocimiento cultural, porque los negocios se basan en la confianza y las relaciones personales. El día que un chino nos entienda, además de hacer negocios, quizás empezaremos a entendernos a nosotros mismos.

miércoles, 1 de diciembre de 2010

EEUU: “Seguimos siendo indispensables”


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EEUU: “Seguimos siendo indispensables”


El Pentágono reconoció que la filtración de documentos secretos de Wikileaks es un caso “embarazoso”, pero de consecuencias “modestas”.




El secretario estadounidense de Defensa, Robert Gates, se pronunció sobre el caso. (AP)

La filtración de documentos diplomáticos dados a conocer por WikiLeaks ha sido “embarazosa”, según admitió el secretario estadounidense de Defensa, Robert Gates. Sin embargo, señaló que sus efectos son bastante modestos para la política exterior de Estados unidos.

“¿Son embarazosos? Sí. ¿Es delicado? Sí, pero las consecuencias para la política exterior son bastante modestas”, declaró Gates en una rueda de prensa.

El jefe del Pentágono agregó además: “Los gobiernos tratan con Estados Unidos porque es de su interés, no porque nos aprecien, no porque nos tengan confianza, no porque crean que podemos guardar secretos”, afirmó.

Hay “gobiernos tratan con nosotros porque nos temen, otros porque nos respetan, la mayoría porque nos necesitan. Seguimos siendo una nación indispensable”, agregó Gates, quien precisó que Estados Unidos seguirá intercambiando informaciones sensibles con otros países.

Bradley Manning, el militar de 23 años que es el principal acusado de filtrar documentos a Wikileaks


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Bradley Manning, el militar de 23 años que es el principal acusado de filtrar documentos a Wikileaks

El joven que habría robado y filtrado los centenares de miles de documentos secretos se encuentra recluido en un base militar en Virginia desde hace 189 días



Miércoles 01 de diciembre de 2010 - 02:55 pm

Washington (EFE). Bradley Manning, el militar acusado de ser la fuente de Wikileaks, es para unos un héroe al que hay que defender a toca costa, aunque para otros, como el ex diplomático estadounidense John Bolton, es un traidor que debería ser ejecutado.

Si las mentes de Hollywood han empezado a trabajar en una película sobre la filtración de secretos diplomáticos a Wikileaks, lo más probable es que la trama se centre en dos hackers, uno bueno y otro malo, aunque será el espectador el que tendrá que decidir quién es quién.

DESAFIANDO A LA GRAN POTENCIA

Un hacker es el soldado Bradley Manning, el supuesto autor del robo y filtración de centenares de miles de documentos confidenciales y secretos de Estados Unidos, que están saliendo a la luz en dosis gracias al sitio de internet Wikileaks.

El otro hacker es Adrian Lamo, quien delató a Manning a las autoridades estadounidenses después de que el militar le revelase el material que tenía en sus manos y lo que planeaba hacer con ello.

“Hillary Clinton y varios miles de diplomáticos en todo el mundo van a sufrir un ataque al corazón cuando se levanten una mañana y descubran que todo un almacén de mensajes clasificados está disponible al público”, escribió Manning a Lamo cuando le contactó en mayo de este año.

El relato de la relación entre Manning y Lamo fue reproducido en junio por la revista estadounidense “Wired” que tuvo acceso a los “logs” de las comunicaciones informáticas entre los dos hackers.

¿VILLANO O HÉROE?

Para unos, Manning es el malo de la película, quien ha puesto en riesgo la vida de miles de personas y ha proporcionado un golpe descomunal a la posición internacional de Estados Unidos, tanto con países amigos como con enemigos.

Uno de los que consideran a Manning el personaje diabólico de la trama es el antiguo embajador de Estados Unidos en la ONU, John Bolton, quien está dispuesto a asesinar con sus propias manos al soldado.

Según declaró Bolton a “National Review Online”, “creo que la traición sigue estando penada con la muerte y si fuese declarado culpable, yo lo haría”.

El ex gobernador de Arkansas y ex aspirante presidencial Mike Huckabee considera que la persona que filtró los cables diplomáticos es un “traidor” y “debe ser ejecutado”.

¿HONESTIDAD?

Paradójicamente, Manning, en sus conversaciones con Lamo, también estima que sus acciones son fruto de un sentido de honestidad.

“Si tuvieses acceso sin precedentes a redes clasificadas durante 14 horas al día, 7 días a la semana durante más de 8 meses, ¿qué harías?”, preguntó Manning a Lamo.

DETRÁS DE ‘LADY GAGA’

Pero Manning parecía decidido a qué hacer tras señalar que los documentos a los que tenía acceso contenían “cosas increíbles, cosas horrorosas que deben pertenecer al dominio público y no a algún servidor almacenado en una oscura habitación en Washington”.

Así que se ingenió una simple manera para extraer de la mayor superpotencia del mundo sus trapos sucios.

“Llegaba con un CD-RW (CD grabable) con música con la etiqueta de alguien como ‘Lady Gaga’, borraba la música y grababa un archivo comprimido en partes”, explicó Manning a Lamo.

“Escuchaba y movía los labios al ritmo de la canción “Telephone” de Lady Gaga a la vez que sacaba posiblemente la mayor filtración de datos de la historia estadounidense”, añadió Manning.

Entonces Manning, de 23 años, estaba destinado en la Base Operativa Avanzada Hammer, a unos 60 kilómetros al este de Bagdad y tenía acceso a dos redes clasificadas del Gobierno estadounidense, SIPRNET (Secret Internet Protocol Router Network) y Joint Worldwide Intelligence Communications System.

¿EL MALO DE LA PELÍCULA?

Cuando Manning le dijo a finales de mayo que había transferido los documentos a Wikileaks, Lamo, un hacker que en 2004 se declaró culpable de penetrar en los sistemas de “The New York Times” y sufre el síndrome Asperger, llamó al FBI.

Esa llamada hace que para otros Lamo sea el villano de la película porque un día después, Manning fue arrestado y en junio acusado por las autoridades militares estadounidenses de incumplir el Código Militar.

Entre los que consideran a Lamo como el malo de la trama es un creciente grupo de ciudadanos estadounidenses reunidos en la llamada la Red de Apoyo a Bradley Manning y que ha solicitado su libertad.

*NO FINAL

Pero quizás, la realidad es más compleja. Por ejemplo Lamo, que fue condenado a seis meses de arresto domiciliario por sus aventuras como hacker a principios del siglo XXI, ha donado dinero a Wikileaks para mantener sus operaciones.

Sea quien sea el malo y el bueno de la película, Manning lleva 189 días encarcelado en una base militar en Virginia y se enfrenta a 52 años de prisión.

Y Estados Unidos afronta una crisis diplomática sin precedentes provocada por un joven soldado de 23 años armado con un disco de canciones de Lady Gaga.

Mientras, los medios estadounidenses han empezado a especular sobre las razones de Manning para “traicionar” a su país: un tipo tímido, con problemas de relaciones sociales, un genio de la informática que no encajaba en el Ejército por su condición homosexual.

Wikileaks


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Wikileaks


Por gramirez

Creado el 01/12/2010 - 05:00


Por Augusto Álvarez Rodrich

alvarezrodrich@larepublica.com.pe [1]



Lección de ética periodística del director de El País.

El director del diario El País, Javier Moreno, responde preguntas de sus lectores sobre la publicación de los documentos diplomáticos de EE.UU. revelados por Wikileaks, y da una clase notable de ejercicio ético del periodismo que aquí debieran aprender algunos hueleguisos de Palacio. Aquí va mi resumen editado de las respuestas:

¿Quién toma la decisión en El País de publicar los papeles? ¿El director? ¿Interviene la Redacción de alguna forma?: El director. Es decir, la he tomado yo, como en última instancia todo lo que supone publicar algo en El País. La Redacción interviene, no de alguna forma, sino de forma fundamental: un periódico es siempre un trabajo de equipo. En este caso, más todavía.

¿Usará el mismo criterio informativo a los documentos que afecten al Rey que para otros cargos?: Exactamente el mismo.

¿Desde cuándo tienen la información? ¿La han contrastado?: Desde hace algunas semanas. Nuestro análisis concluye que los cables son auténticos y no han sido manipulados.

¿Se ha considerado la razón de Estado al ofrecer al público la información?: Sí, pero ha primado el derecho de los ciudadanos a disponer de información veraz y relevante sobre asuntos públicos de interés general. Los periódicos tenemos muchas obligaciones. Entre ellas no se encuentra el proteger a los gobiernos, y al poder en general, de situaciones embarazosas.

¿Cómo fueron las gestiones con Wikileaks para tener acceso a las filtraciones?: Siento mucho no poder entrar en detalles. Otra obligación de los periodistas es proteger a las fuentes.

¿Las filtraciones en Wikileaks es periodismo?: Esta pregunta roza la metafísica. Digamos de forma más modesta que Wikileaks nos ha permitido hacer gran periodismo. Periodismo del que cambia la historia y del que los ciudadanos están cada vez más necesitados en un mundo donde los Estados y los políticos tratan cada vez más de hurtar información a sus sociedades.

¿Es legal lo que ha hecho Wikileaks?: No lo sé. No soy abogado. Nosotros solo somos periodistas.

¿El trabajo de investigación de Wikileaks es el que deberían realizar los periódicos por sí mismos, que ahora se ven reducidos a simples altavoces?: Obtener papeles secretos y documentos relevantes es, efectivamente, tarea de los periódicos. En eso también estamos. No quiero hacer un listado exhaustivo de lo que El País ha conseguido este año. Pero en el que nos ocupa, no somos meros altavoces de nadie. Wikileaks nos facilitó un material ingente, y hemos trabajado con toda la profesionalidad y el rigor que nuestros periodistas aplican en todos los casos.

Además de toda la información que publica El País, ¿qué otra información está ocultando?: No estamos ocultando ninguna información. No se dejen arrastrar por teorías conspirativas sin fundamento.

"Recién estamos entrando a la etapa del diagnóstico de la crisis”


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AFIRMA HERNANDO DE SOTO


"Recién estamos entrando a la etapa del diagnóstico de la crisis”

Economista afirma que demanda interna debe ser fortalecida para enfrentarla

“La crisis internacional no se ha terminado y lo que se viene con el desbalance europeo no es otra crisis, si no la misma que empezó más o menos en el 2007 [...]; en realidad, recién estamos entrando en la etapa de diagnóstico de la crisis”, afirmó el destacado economista peruano Hernando de Soto durante la presentación de su último libro “Los doce economistas más importantes de la historia”, en la Universidad Ricardo Palma.

Explicó que no es posible salir de la crisis si antes no se conoce el costo que involucra, para lo que se necesita información que aún no está disponible, además de un posterior sinceramiento de las cifras en todo el mundo. “Sé que no es muy popular decirlo, pero así es”, dijo.

DEMANDA INTERNA

De Soto afirmó que un eventual recrudecimiento de la crisis de todos modos afectará al Perú y que para mitigar sus efectos se debe impulsar el crecimiento de la demanda interna “de manera que se compense de alguna manera la caída de la demanda en los mercados del exterior”.

El también autor de “El otro sendero” afirmó que con ese fin el Estado debería impulsar e implementar medidas orientadas a formalizar lo antes posible a todas las personas que forman parte de la economía informal.

“Cuantas más personas pasen a la formalidad, sobre todo a través del derecho de propiedad, se irá engrosando la demanda interna”, finalizó el académico.π



*La entrevista a Hernando de Soto se publicará en la edición de este sábado 5 de diciembre El Comercio.