Todo el mundo se olvida de las 'niñas del oro'

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Todo el mundo se olvida de las 'niñas del oro'

Una prostituta con su hijo en un 'prostibar'. | Asociación Huarayo

Beatriz Jiménez | Lima (Perú)

Actualizado viernes 30/03/2012 06:27

Tras el polvorín armado por los mineros durante unas protestas que se saldaron, el pasado 14 de marzo, con tres muertos, la normalidad retorna poco a poco a los campamentos de mineros ilegales de la región selvática de Madre de Dios, de donde proviene alrededor del 17% de las cinco millones de onzas que convierten a Perú en el sexto productor mundial de oro.
Más de 30.000 mineros artesanales, emigrados hasta estos recónditos campamentos de madera y plásticos en busca de un mejor futuro, han vuelto a los lavaderos ilegales de oro que han depredado 40.000 hectáreas de selva virgen.
Con ellos, regresa el tráfico de maquinaria, combustible, explosivos, mercurio y arsénico, necesarios para el procesamiento artesanal del oro. Y también, la trata de personas.
De hecho, tras el paro minero, los 400 prostíbulos clandestinos que salpican los campamentos ilegales situados a ambos lados de la carretera interoceánica que une Perú con Brasil han recobrado su rutina. En ellos, unas 1.000 menores de edad son explotadas sexualmente, según cálculos de la Fiscalía y la Policía.
El pasado 19 de marzo, el Gobierno peruano llegó a un acuerdo con las organizaciones de mineros artesanales y les permitió operar por un año más. Más de 300.000 mineros, repartidos por todo el país, tienen 12 meses de plazo para adecuarse a las nuevas leyes promulgadas por el presidente Ollanta Humala, que convierten en ilegal este tipo de minería y establecen penas de cárcel de hasta 8 años.
Sin embargo, con el año de prórroga para la formalización de los miles de mineros que operan ilegalmente en Madre de Dios, también se retrasa la lucha contra la trata de menores de edad para su explotación sexual, un negocio que si bien no es promovido por los mineros, crece a expensas del oro ilegal.
En 2010, ELMUNDO.es publicó un reportaje sobre estas 'niñas del oro', víctimas colaterales del 'oro de sangre'. Desde esa fecha, el número de 'prostibares' (cantinas que operan como prostíbulos clandestinos) se ha duplicado.
"Las autoridades se preocupan más por lo material, por formalizar la minería ilegal para captar impuestos e interceptar maquinaria y combustible que por los seres humanos", denuncia resignada Ana Hurtado, fundadora de la Asociación Huarayo, una ONG que regenta el único albergue que refugia a las víctimas que son rescatadas o logran huir de los 'prostibares'.
Sólo en 2011, Huarayo ha albergado a 110 víctimas de trata de personas, un 60% de ellas menores de edad. Sin embargo, sólo un caso ha sido denunciado y ninguna mafia ha sido desarticulada por la policía.

Infierno en Madre de Dios

'Deysi' (16 años), 'Ruth' (15) y 'Joana' (14) son tres chiquillas que hoy están cobijadas en el albergue. Ana, premiada por la organización 'One World Accion' en 2011 como una de las 100 mujeres que cambian el mundo, relata sus historias.
Las tres provienen de comunidades rurales altoandinas de Cuzco, región limítrofe con Madre de Dios. Sus familias viven en la pobreza extrema y dejaron sus hogares tras la promesa de un trabajo bien remunerado en un restaurante de Puerto Maldonado, la capital de Madre de Dios. Su destino final fue un prostibar en medio de la selva.
Otras son traídas de mucho más lejos. Alejandra (19 años) y Stephany (18 años) son de Chincha, una ciudad costera a 1.600 kilómetros de Madre de Dios. Una agencia de empleo les prometió la luna y emprendieron un viaje de difícil retorno que las llevó hasta uno de los locales que la cadena de prostíbulos 'Miss Sagitario' regenta en el campamento minero Delta 1.
'Miss Sagitario' ofrece un 2x1: las chicas son un regalo por el consumo de alcohol y sus condiciones de trabajo son lo más parecido al infierno en vida.
Trabajan de 7 de la noche a 7 de la mañana en régimen de esclavitud, y no pueden salir del local bajo amenaza de multas, palizas y violaciones. Ante la escasez de preservativos, los embarazos se solucionan con sobredosis de estrógenos administradas por boticas informales, pastillas que no impiden el contagio de la Sífilis o el VIH/Sida, que tienen en los campamentos una prevalencia superior a la media nacional.
Aquellas que queden embarazadas y puedan tener a sus hijos, los criarán en los 'prostibares', jugando en charcos de fango contaminados de mercurio y sin derecho a la educación ni a la salud.

'La corrupción nos ha invadido'

El rescate de las víctimas es una tarea costosa y difícil para una policía que aparentemente, en Madre de Dios, no cuenta con presupuesto ni para combustible. La Asociación Huarayo, que recibe apoyo de la organización suiza 'Tierra de Hombres', denuncia que dona unos 500 euros por cada operativo de rescate para cubrir los gastos de transporte y alimentación de los efectivos policiales y la fiscalía.
Según la División contra la Trata de Personas, más de una decena de mafias con tentáculos en agencias de empleo y empresas de transporte se enriquece gracias a los prostibares de los campamentos mineros. A pesar de que en la carretera Interoceánica existe un control policial, el trasiego de menores de edad parece ser invisible.
"¿Cómo es posible la trata de personas en estos lugares cuando en muchos casos hay unidades policiales cerca?", admite abiertamente en Lima a la revista CARETAS el coronel Eduardo Vergaray, jefe de la Unidad contra la Trata de Personas.
"La corrupción nos ha invadido y la trata se ha convertido en parte del paisaje", responde desde el albergue de Mazuco Oscar Guadalupe, esposo de Ana.
Para el matrimonio y las instituciones que trabajan contra la trata, parte de la solución pasa por construir en Mazuco, la puerta de entrada a los lavaderos ilegales, un área de control multidisciplinar con policía especializada que controle a los indocumentados.
Una propuesta que no cuenta ni con el apoyo político ni el presupuesto necesario, convirtiendo por el momento a las 'niñas del oro' en las grandes olvidadas de la lucha sin cuartel anunciada por el Gobierno peruano contra la minería ilegal.

publicado:
http://www.elmundo.es/america/2012/03/30/noticias/1333103222.html