Contadores de visitas
Se suele afirmar que pagar por sexo es triste, dado que la mayoría lo consigue gratis. Pero todos pagan. Incluso aquellos Machos humanos que están casados, son los que más vacían su billetera en pos de una noche de placer, porque nunca leyeron la letra menuda del contrato matrimonial.
En el Ritual de Apareamiento de la humanidad, el sexo no es gratis, sino gratis*. Bajo un modelo de publicidad que luego fue reencauchado en los bancos -'su préstamo sin intereses*'- y en la comida light -'99.99% libre de grasa*'-, los Machos humanos son timados en la búsqueda de satisfacer sus bajos instintos. La estafa consiste en hipnotizarlos a través de una sensual oferta que les promete no sólo una, sino infinidad de noches de placer, a cambio de nada*.
Sin importar la estrategia de apareamiento, siempre será necesario un mínimo de inversión por parte del Macho, ya sea comprando un ramo de flores, contratando serenatas, invitando a comer y/o demás etcéteras para que pueda arribar al objetivo final. Aunque la Hembra realice el famoso amague -aquel instante en que simula tener intenciones de ir por su cartera cuando llega cualquier factura en una cita-, se espera que el Macho pague siempre por el beneficio.
Lo curioso de esta transacción comercial, a diferencia de cualquier otra, es que sin importar cuanto dinero se haya pagado, no existe garantía alguna que el servicio se vaya a dar. Es como pagar la cuenta de un restaurante, sin saber si algún día llegará el plato ordenado. Incluso, si se tiene la suerte de ser servido, no se puede pedir reembolso si la comida está fría o carece de la calidad promocionada en las fotos del menú. ¿Dónde andará el defensor del consumidor en esos casos?
Ante la anterior situación, es por eso que un considerable número de Machos humanos se sindicalizó para hacer valer sus derechos y de esa forma saltarse toda la burocracia sentimental, para ir directo a lo que siempre buscaron y las Hembras siempre supieron. Como principal estandarte, el MLM (Movimiento de Liberación Masculina) estableció un mecanismo de protesta donde propusieron una noche de apareamiento a cambio de un único y generoso pago en efectivo, en vez del continuo e indefinido desembolso en especie.
Las Hembras que aceptaron ese intercambio fueron tildadas por las demás como prostitutas, palabra derivada del latín prostituere que significa 'exhibir para la venta'. Mejor dicho, las discriminaron con el mismo objetivo de un gobierno cuando tilda a un contradictor como 'conspirador': proteger el negocio de las nuevas ideas de la competencia.
Pero lo cierto es que el negocio alternativo prosperó, al punto que hoy tiene sucursales nocturnas en cada esquina y además usa con orgullo el eslogan 'el oficio más antiguo del mundo'. No sólo eso, ofrece todo aquello que carecen las Hembras de buena moral: experiencia garantizada, nunca tienen 'dolores de cabeza', fingen orgasmos sin sacarlo en cara y reciben con los brazos abiertos -o más bien las piernas- a cualquier Macho humano que busque debutar, al cual nunca le destruirán el ego aunque lo haga mal.
Inclusive, si ahondamos más en las diferencias: mientras las chicas malas ofrecen sexo sin compromiso, las buenas ofrecen compromiso sin sexo. Mientras las chicas malas ofrecen un trío, las buenas dejan al Macho como solista. Mientras las chicas malas ofrecen saciar la sed de un verano, las buenas aprovechan el hambre para exprimir al cliente y hasta se quedan con el 50% de la fortuna, si logran un matrimonio, pese a que antes no pagan el 50% de la cuenta.
Por mucho tiempo, el monopolio administrado por las Hembras de buena moral, se mantuvo inflexible ante los abusos que sus clientes siempre protestaron. Pero la sana competencia logró que la industria rival no sólo escuchara esas críticas y se quedara con una tajada importante del mercado, sino también impulsó a las Hembras de buena moral a acceder al sexo prematrimonial, cuando antes este era un requisito innegociable.
Lo más bonito de esta competencia abierta de mercados, es que al final el único beneficiado es el consumidor. Algún día pagará menos por más beneficios, y algún día también verá como ambas industrian se fusionarán ofreciendo una 'dama en la casa, puta en la cama'.
Hasta una próxima verdad humanamente irracional, Amigos de lo Salvaje.
Lucano Divina
Comandante en Jefe de Amigos de lo Salvaje-EA
Selvas de Sur América, julio 21 de 2011
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