viernes, 24 de septiembre de 2010

La hora de los textiles


Contadores de visitas

La hora de los textiles


Por: Rolando Arellano Dr en Márketing

Viernes 24 de Setiembre del 2010

El Comercio, Edicion Impresa

La gastronomía peruana creció cuando los peruanos se dieron cuenta de la inmensa riqueza que tenían y empezaron a desarrollarla. Creemos que con el sector textil puede pasar algo similar si nos ponemos de acuerdo en hacerlo crecer.

Veamos por qué.

Como la gastronomía, los textiles peruanos tienen una tradición de miles de años, comparable solamente a la de India, China o Egipto. Así, los tejidos Paracas, cuyos diseños y colores sorprenden hasta hoy, compiten en valor histórico con las sedas chinas, los tejidos de Cachemira y los mantos egipcios.

El tiempo nos avala.

La textilería peruana tiene, como nuestra comida, manifestaciones importantes en todas las regiones del Perú. Las polleras de colores vivos de la sierra sur conviven con los delicados bordados del Colca, los impresionantes tapices de San Pedro de Cajas, los finos diseños de las telas shipibas y los frescos encajes de algodón del norte. Gran variedad y excelencia en todo el país.

Para mayor riqueza, la textilería peruana no es solo la actividad tradicional, hecha para impresionar a los turistas, como se puede observar en otros países. Ella está presente en la vida cotidiana de cada uno de los pueblos que la produce, y marca sus rituales de trabajo, fiestas y actividades.

Nuestros textiles no solamente cuentan la historia de los pueblos peruanos, la viven.

Y la calidad de nuestra textilería se muestra también hoy en la confianza que las marcas más famosas del mundo tienen en nuestras muchas empresas maquiladoras. Más todavía, su pujanza se observa en Gamarra, el conglomerado textil más importante de Sudamérica, que creció a pulso y sin ayuda de nadie.

¿Le falta calidad? Tal vez, pero, ¿no era más tosca nuestra cocina hace unos años? ¿No tiene clase? Quizás, pero igual era nuestra quinua antes de ser quinotto. ¿Poco estilo? Sin duda, está cambiando con los nuevos diseñadores peruanos. Y si nuestra comida sale al mundo a pesar de la complicada logística de esta industria, ¿hacer viajar textiles no es muchísimo más fácil?

En fin, historia, variedad, originalidad, belleza, capacidad y potencial para unir más a los peruanos.

¿Qué esperamos para correr a nuestros telares, máquinas de coser y mesas de diseño? Los cocineros ya nos enseñaron el camino.



No hay comentarios: