viernes, 13 de febrero de 2009

Articulo propio: A rio revuelto, ganancias de pescadores

A río revuelto, ganancias de pescadores.
 
Ing. Miguel Guzman Yupanqui

 

Esta es una frase muy común en el medio, que hace referencia a que cuando el pánico se apodera de los mercados, aquellos que tienen paciencia, sabiduría y experiencia logran pescar excelentes oportunidades de compra. Un ejemplo son las crisis latinoamericanas.

 

En la década de los 80, gran parte de Hispanoamérica estaba en una enorme crisis económica, con fugas de capitales, devaluación, inflación, deuda. La caída en los precios del minerales  llevó a muchas economías a la crisis, sumada a las políticas de no pago de una deuda toxica contraída en la década del 70 a  la banca mundial.

 

El sur estaba paralizado. En plena crisis económica,  el IPC de las Bolsas de Valores tuvo una caída de más del 50%. Esa enorme caída se debió a grandes inversionistas extranjeros que perdieron confianza en la región y vendieron millones de acciones.

 

Muchas empresas vendían sus mercaderías debajo del valor en libros contables, la tierra y las propiedades inmobiliarias sufrían castigos del 20 al 30%,  que se agravó aun más con la migración de millones de familias que remataban sus propiedades o  les eran embargadas por los acreedores.

 

La depreciación de las propiedades también se había producido en parte, gracias a la burbuja inmobiliaria que llegó junto con los créditos de la banca mundial, que habían otorgado a los Gobiernos de la región, alegremente durante la bonanza de los 70. En muchos casos las propiedades estaban sobrevaloradas dado que fueron fruto de ambiciosos programas de vivienda ejecutadas por una burocracia y un empresariado de sospechosa reputación[1] .

  

Sin embargo, estando el río tan revuelto, muchos inversionistas audaces y emprendedores comenzaron  a pescar verdaderas gangas.

 

Una vivienda  que unos años o meses antes de iniciarse la moratoria de pago a los bancos, podía haber valido  100, 000 dólares ahora costaba el 50% en el mercado, muchas familias evaluaban el costo/beneficio de cancelar sus deudas y llegaban a la conclusión que era mejor devolverla o simplemente dejar que fueran embargadas, ha esto  se le sumó el desempleo,  que trajo la crisis y la necesidad de inmigrar en busca de nuevas oportunidades.

 

Los pescadores[2] comenzaron a buscar los pescadillos[3]  más suculentos que,  a cambio de un módico pago, transferían la hipoteca a los pescadores, muchas veces se contentaban con la bolsa de viajes para inmigrar ya que de todas maneras iban a perder sus viviendas.

 

Es así como nace un selecto grupo de agentes inmobiliarios que recuperan propiedades a menos del 30% de su valor y que en algunos casos recolocaban algunas propiedades para contar con liquidez  y otras  propiedades la guardaron para mejores tiempos.

 

Hoy vemos como miles de inversionista de todo el mundo recorren ciudades como Miami en la Florida, Madrid o Barcelona en España, al igual que los Jinetes del Apocalipsis en busca de pescadillos suculentos.

 

¡Viva la crisis! ¡Viva las oportunidades!

   

 



[1] Décadas después aplicados discípulos aparecen en Europa y se conocieron casos similares: "Caso Hidalgo", "Caso Malaya"  y  "Caso Marbella".

 

[2] Pescador: Inversionista, emprendedor, prestamista, agiotista, etc.

 

[3] Pescadillo: Persona o familia  que no cuenta con capacidad económica para hacer frente a deudas asumidas, preferentemente desempleadas y endeudadas

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