jueves, 19 de agosto de 2010

Articulo: LA ECONOMIA DE LOS PITUFOS

La economía de los pitufos

Por: Carlos M Adrianzén *
Jueves 19 de Agosto del 2010
Sí, estimados lectores, los pitufos –esos personajes televisivos narizones, regordetes y azules– también tendrían su posición económica. En esta interpretación (de seguro forzada), la clave de su personalidad económica la impondrían tanto la autocomplacencia como la pequeñez. De hecho, en el mundo real los símiles mortales de los pitufos, cada vez que alguien en el país hace algo significativo o siquiera se atreve a sugerirlo, ciertos locales –enrojecidos de ira o supuesta sapiencia– sostienen que no se puede.
Un pitufísimo alto funcionario de la burocracia peruana sostenía recién en el extranjero que "no se puede". Que nuestro país –de ninguna manera o bajo ninguna circunstancia– podía crecer por largo tiempo a ritmos cercanos al 10%. Que nosotros no podemos y punto. Que si China ha crecido 9,2% al año entre 1968 y el 2008, bien por ellos. Pero nosotros –pitufitos todos– solo podíamos crecer chiquito. Moderadamente. Digamos, a un ritmo de 5% o 6%.
Pero la pitufería nacional trasciende personajes. Hoy –por ejemplo– que nuestro crecimiento anualizado a junio bordea apenas el 4%, no falta la horda de pitufos locales que advierten que hay que parar la mano. Que nos quemamos. Que la inflación va a explosionar. O que hay múltiples cuellos de botella sectoriales (a pesar de que en los últimos años el ritmo de inversión doméstica se ha ubicado ostensiblemente por encima de nuestro promedio histórico).
Dejando de lado tanta pequeñez, resulta útil enfocar ciertas precisiones. La primera es de lo más lógica. Para crecer a un ritmo alto hay que gobernarse bien. Meridianamente: abrir la economía, consolidar instituciones capitalistas, defender la estabilidad monetaria de la plaza y educar. Si un país no hace esto, por supuesto que puede falsificar cifras a la argentina, cubana o boliviana; o tratar de crecer a lo Alan García en los ochenta, por un corto período… pero luego llega la factura y la recesión con quiebre de estabilidad.
La segunda implica mirarnos al espejo. ¿Estamos haciendo la tarea? ¿O tiene razón aquel iluminado pitufo que dice que el Perú hoy no puede crecer sostenidamente al 10%? Pues bien, el Perú ha crecido moderadamente en los últimos años. Pero seríamos ilusos si creemos que estamos haciendo la tarea completa. El crecimiento del PBI en casi 12% de junio pasado refleja precios internacionales que se recuperan notablemente y explican la reciente recuperación de la exportación y la recaudación tributaria. El resto implica un poco de maquinita del BCR, combinada con pachanga fiscal. Apostando a lo que hacemos y sin reformas capitalistas ni mejoras en la educación, crecer al 10% indefinido no resulta lógico.
Si en cambio nos atrevemos a gobernarnos agresivamente bien, las cosas pueden ser diferentes. Los pitufos locales –como siempre– están equivocados.
[*] Decano de la Facultad de Economía de la UPC





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